Si estás buscando tu próximo coche y tienes muy claro qué modelo quieres comprar, seguramente habrás constatado que en el mercado de ocasión varios coches aparentemente iguales pueden presentar precios de venta muy diferentes.
¿Por qué ocurre esto? La razón por la que el valor de un coche usado oscila tanto puede estar en aspectos como el estado de conservación, el kilometraje, o los extras añadidos al vehículo. Lo cierto es que algunos elementos influyen de forma decisiva en el valor de reventa de un coche usado, y no hablamos solo de pintura metalizada o asientos de cuero, sino de equipamientos que mejoran la experiencia de conducción y que los compradores de segunda mano valoran especialmente.
La diferencia de precio entre un coche con el equipamiento básico y otro repleto de extras puede ser notable, aunque no todos los añadidos son igual de relevantes ya que algunos apenas suman valor, mientras que otros se convierten en una ventaja decisiva para cerrar la venta más rápido y a mejor precio.
Por eso, a continuación, te contamos qué extras marcan la diferencia en el valor de un coche de segunda mano y cuáles no.