Diseño del Gordon Murray T50
El T50 de Gordon Murray tiene una línea de diseño muy reconocida para los amantes de la automoción, pues se trata del sucesor espiritual del McLaren F1, diseñado por la misma persona. No obstante, Murray quiso también añadir un elemento diferenciador y personal: una turbina en la parte trasera de 400 mm que gira a 7.000 rpm y es impulsada por un motor eléctrico de 48 V. Se trata de una idea heredada de una de sus creaciones, el Brabham BT46B.
Este ventilador actúa sobre el efecto suelo extrayendo el aire que pasa por debajo del difusor trasero, el cual también tiene un mecanismo inteligente de solapas que se abren y cierran para que fluya más o menos aire y generar mayor carga aerodinámica.

El conjunto hace que el GMA T50 cuente con 6 modo de conducción, cada uno de ellos pensado para un estilo de conducción:
Auto Mode, la opción base donde el sistema gestiona automáticamente la aerodinámica en función de las condiciones de conducción.
High Downforce Mode, que aumenta la carga aerodinámica en un 30 % y, por tanto, mejora el agarre en las curvas rápidas.
Streamline Mode, para disminuir la resistencia aerodinámica que el coche experimenta al moverse a través del aire en un 10%. Cierra parcialmente los flaps en el difusor y modifica el flujo de aire.
V-Max Boost Mode, que se puede activar sólo con el coche detenido y usa un extra de algo más de 30 CV de potencia de un generador de arranque eléctrico.
Braking Mode, funciona como un aerofreno dinámico pues activa el ventilador trasero para crear carga aerodinámica y reducir la distancia de frenado en 10 metros cuando se frena desde los 241 km/h.
Test Mode, usado con el GMA T50 en parado para que el conductor pueda comprobar el funcionamiento de todo el sistema aerodinámico, no es funcional pero espectacular visualmente.
El interior del GMA T50 es uno de los puntos claves, pues la configuración es inusual y hace honor al McLaren F1: posición de conducción central con dos asientos laterales para los pasajeros; cuadro de mandos analógico, cámaras en los retrovisores para mejorar la visibilidad, acabados actuales y de calidad; y una botonera clásica creada con una precisión milimétrica.